Después de mi visita a Évian, creo que tengo un motivo suficiente para escribir algo un poco más detallado sobre el sitio. Évian-les-Bains es una comuna francesa de menos de 10 000 habitantes situada en el departamento de Alta Saboya. Se encuentra a las orillas de mi querido lago Léman, y a pesar de estar en Suiza, está muy cerca de Suiza en varios sentidos. Primero, yendo por tierra hacia el oeste desde Évian, se llega Ginebra en unos 40 kilómetros, mientras que cruzando el lago, te encuentras con Lausana a unos 20 kilómetros. Además, su balneario parece muy cotizado entre gente con dinero (a efectos prácticos, suizos) y en verano recibe mucho turismo. No en vano el nombre completo es Évian-les-Bains. Además de por sus aguas termales, el agua mineral Évian es harto conocida en todo el mundo.
El puerto de Évian está explotado por la compañia suiza CGN, que conecta esta comuna con Thonon-les-Bains en la misma orilla del lago; y con Lausana al otro lado del agua. Esta comunicación por agua complementa a las líneas de autobús y tren que conectan Évian con otras localidades francesas cercanas y con Suiza.
Entre los lugares turísticos más importantes de Évian mencionaré en primer lugar el palais Lumière, edificio de las antiguas termas y que hoy en día acoge un centro cultural. Situadas una a 100 metros de la otra, la Source des Cordeliers y la source Cachat permiten degustar a todos los visitantes o habitantes de Évian su famosa agua mineral. Otros edificios importantes y bellos son el casino o el ayuntamiento. Y por último, porque me gustan mucho las iglesias y siempre tengo que mencionarlas, en Évian está la iglesia de Notre-Dame-de-l'Assomption ( y sí, los franceses y suizos francófonos no tienen más nombres aparte de Notre-Dame para ponerle a las iglesias). Es una iglesia bastante antigua, del siglo XIII, de planta rectangular. Comparándola con la otra iglesia que pude visitar ayer (Basilique Saint-François-de-Sales, de estilo neoclásico y construida entre los siglos XIX y XX), me pareció mucho más oscura y sobria, pero a la vez tiene el encanto de lo antiguo, y de verdad tenía la sensación de estar disfrutando de una joya que se había conservado a lo largo de los siglos. Además, en la iglesia de Notre-Dame se instaló hace apenas unos años un órgano de estilo francés, que es precioso y da mucho brillo al interior de la nave.
Y aparte de todos los edificios y monumentos, aparte de los famosos balnearios y el agua mineral, Évian comparte el mismo encanto que todas las ciudades que están a las orillas del lago Léman: se trata del propio lago Léman. Además, Évian está situada en una zona de montañas, y se pueden encontrar miradores bastante altos hacia el lago, con lo que es uno de los mejores sitios para disfrutar de él.
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