Me sorprende estar escribiendo esta tercera entrada semanal; sinceramente tenía menos confianza en que iba a mantener la costumbre de escribir periódicamente. El caso es que ha pasado prácticamente otra semana y aunque cada vez me va pareciendo más rutina todo (lo cual tampoco es que sea malo), también esta semana he hecho algunas cosillas interesantes.
El lunes sólo tuve tres horas de clase y después de comer decidir quedarme un rato en la biblioteca estudiando. Como tampoco tenía tanta materia después de sólo tres horas, no me fui muy tarde de allí y cogí el autobús de vuelta a la residencia con la idea de salir a correr para hacer algo de deporte. Como el autobús es un sitio en el que no puedo hacer gran cosa, creo que mientras voy montado le voy dando vueltas a todo. Entre eso y que el día era soleado (que no especialmente caluroso), se me pasó por la cabeza una idea loca. Llevaba mucho tiempo diciendo que iba a bañarme en el lago Léman, pero todavía no había ido, y es que era el momento perfecto para ir allí. Así que nada más llegar a la residencia solté todas las cosas de la Universidad, me puse el bañador y me puse a andar hacia el lago como si ese baño fuera mi único objetivo en la vida. El paseo fue bonito, aunque ya casi me lo conocía completamente, y gran parte del recorrido era por la orilla del río Morges, del que toma el nombre esta ciudad. He de decir que el río es feo y sucio, pero vaya, hay un río por lo menos. La playa donde me dirigía estaba justo al lado de la desembocadura de este río en el lago Léman. Llegué a la playa, me dirigía al agua y creo que iba tan exultante que ni me di cuenta de la temperatura, y así metí las piernas como si nada. Y entonces me di cuenta de que tenía las piernas entumecidas, tan fría estaba el agua. Así que me lo tomé con calma para entrar, no quería empezar mi intercambio con un infarto, pero me tomé un baño y después de todo fue un baño maravilloso. El lago es precioso y poder estar en el agua mirando los Alpes es una sensación inigualable.
El martes, la ESN organizó una actividad que llamaron Cultural Café y allí fui. Nos explicaron lo más importante de la cultura suiza y un montón de curiosidades sobre el país. Además, nos dieron de forma completamente gratuita una merienda a base de queso y chocolate suizo, sólo por eso habría merecido la pena ir. Creo que aprendí bastantes cosas, y sobre todo, me lo pasé bien y conocí gente. Dijeron que repetirían el evento cada dos semanas, y en cada sesión un grupo de gente de un cierto país tendrá que explicar las cosas más curiosas, así que quiero seguir yendo a esta actividad y ver si puedo convencer a algún español para tratar de venderle a la gente la Marca España.
El jueves nos invitaron a todos los estudiantes de intercambio a una cena a base de fondue. En cuanto recibí el correo y comprobé que era gratis, me apunté corriendo, ya que ponía que el número de plazas era limitado y serían los primeros en inscribirse los que podrían ir. La cena fue muy agradable, pude hablar con más gente y me reencontré con algunas personas con las que había hablado en otro momento. Además, me encantó poder degustar un plato tan típico de aquí como es la fondue. De hecho, por ser gratis, no tenía muchas esperanzas puestas en la cena; creía que sería low-cost. Nada más lejos de la realidad. Nos sirvieron como primer plato una crema de calabaza y nos dieron macedonia para el postre. Además, nos ofrecieron café y té al final.
Para el viernes por la noche habíamos planeado una fiesta en la residencia. Estuvimos prácticamente todos los residentes, y muchos se trajeron amigos de fuera. La verdad es que lo pasé muy bien y creo que fue la primera vez que pude estar con casi toda la gente de la residencia al mismo tiempo. Aparte de lo típico que se suele hacer en las fiestas de poner música y bailar, tuvimos un pequeño momento de locura cuando decidimos salir de la fiesta un momento para dar una vuelta, meternos por un viñedo y empezar a comer uvas como poseídos. Este momento de locura tuvo su réplica ayer sábado, cuando salimos a correr, y nos pusimos a dar vueltas de nuevo por entre las viñas. Conseguimos llegar a un castillo que hay por aquí cerca, castillo que es de propiedad privada y en la que hay una familia viviendo, lo cual no fue óbice para que nos diera por abrir la puerta del castillo y cotillear un poco la entrada.
Las fotos de esta semana son del lunes, cuando fui al lago a bañarme. Me encantó estar en el agua con vistas como las que aparecen aquí abajo...
El jueves nos invitaron a todos los estudiantes de intercambio a una cena a base de fondue. En cuanto recibí el correo y comprobé que era gratis, me apunté corriendo, ya que ponía que el número de plazas era limitado y serían los primeros en inscribirse los que podrían ir. La cena fue muy agradable, pude hablar con más gente y me reencontré con algunas personas con las que había hablado en otro momento. Además, me encantó poder degustar un plato tan típico de aquí como es la fondue. De hecho, por ser gratis, no tenía muchas esperanzas puestas en la cena; creía que sería low-cost. Nada más lejos de la realidad. Nos sirvieron como primer plato una crema de calabaza y nos dieron macedonia para el postre. Además, nos ofrecieron café y té al final.
Para el viernes por la noche habíamos planeado una fiesta en la residencia. Estuvimos prácticamente todos los residentes, y muchos se trajeron amigos de fuera. La verdad es que lo pasé muy bien y creo que fue la primera vez que pude estar con casi toda la gente de la residencia al mismo tiempo. Aparte de lo típico que se suele hacer en las fiestas de poner música y bailar, tuvimos un pequeño momento de locura cuando decidimos salir de la fiesta un momento para dar una vuelta, meternos por un viñedo y empezar a comer uvas como poseídos. Este momento de locura tuvo su réplica ayer sábado, cuando salimos a correr, y nos pusimos a dar vueltas de nuevo por entre las viñas. Conseguimos llegar a un castillo que hay por aquí cerca, castillo que es de propiedad privada y en la que hay una familia viviendo, lo cual no fue óbice para que nos diera por abrir la puerta del castillo y cotillear un poco la entrada.
Las fotos de esta semana son del lunes, cuando fui al lago a bañarme. Me encantó estar en el agua con vistas como las que aparecen aquí abajo...
Deja de robar uvas listillo... jajajaja
ResponderEliminarPues ya han hecho la vendimia, así que no hay uvas, lo que puedo intentar es robar zumo de uvas.
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